Poesias


Repican los campanarios

Suenan, suenan las campanas 
  en las aldeas cercanas 
parecen ser campanarios 
y son las vacas paciendo 
tocando al son sus cencerros.

Campanarios de los pueblos
tocan juntos a cendera
para arreglar los caminos
que nos llevan a las eras.

Tintinean suavemente
los cencerros de las vacas
recostadas sus barrigas
pasa el viento y los voltea.

Suenan campanas de fiesta
suenan campanas de boda
suenan campanas de marcha
de una viaje a lejanas tierras
a un viaje que ya se acaba.

Repican los campanarios
y con mas fuerza en domingo
las mozas visten de blanco
y los mozos llevan ramos.

Están sonando
las campanas sin cesar
todo el día batiendo sus badajos contra el metal
como las olas voltean en el mar
todo el día vienen y van.

Cantan los campanarios
en muchos pueblos cercanos
hablan de muchos caminos
algunos ya están andados
te acompañan en tu ruta y te cubren con su manto
un manto hecho de canciones, 
de cantos ya olvidados.

Repican los campanarios



Su paso lento
Y en su paso lento...
En su paso lento
se la ve marchando muy despacio,
con su velita entre sus manos.


Y en su andar callado...
En su andar callado
que dibuja mudo, 
va viendo el camino que va bordando 


Y en su paso lento...
En su paso lento 
para a mirarse
se recuesta y reposa, descansa en el silencio.


Y su manto blanco...
Su manto blanco 
despliega sus alas
la envuelve en su vuelo con la libertad del viento.


En su paso lento...



La belleza
La belleza es aire que entra por tu piel.
Tu piel respira, abre todos sus poros,
se inclina, se rinde, adora ese aire
y lo recibe como un agua clara.
Luego los poros de todo tu cuerpo caen,
se recuestan y descansan.


Qué ojos tan hermosos tiene la belleza, 
lleva un paso lento, 
tan lento que para a mirarse,
ve que está ahí y ahí se queda.


Su olor recuerda a la piel 
recién lavada con un suave jabón. 
Llévame belleza, llévame 
y me lleva a un huerto
lleno de manzanos en flor.


Tu grandeza
Tu grandeza calmada, quieta y serena, 
andando con pasos de quietud,
de quedarse, de parar, de no hacer nada.


Tu pecho, ardiente amapola en flor 
con pétalos abiertos que ondean al andar, 
desprenden rayos rojos
cuando la ves llegar.


Tu poesía cantada por pájaros con trinos, 
y tus manos cuidando, 
tus decenas de manos haciendo cada día 
un pan delicioso 
que envuelves en viejo lino bordado.




Tu grandeza calmada, quieta y serena, 
andando con pasos de quietud 
de quedarse, de parar, de no hacer nada.




Me rindo a la belleza
Me rindo a la Belleza,
dormir en los brazos de la Belleza.
Recostarme a tu lado 
y hundirme.
Arroparme con tu manto blanco
y llenarme de tu pecho ardiente.
Dejar entrar el aire por mi frente
y pedir tu mano y tu regazo arropado.



Tu cara una fuente clara
Tu cara una fuente clara 
tus ojos mares en calma, 
sus olas a veces la inundan 
y hacen que se humedezcan.


En cuántas fuentes paraste 
lavaste tus ropajes,
aclaraste el verde mar de tu mirar
y derramaste ríos de amor. 


Tu cara tan bondadosa, 
tu risa, tu sonrisa 
llena de bondad, tan risueña,
desprendiendo la alegría de mirar en paz.


Tu belleza me inunda
y es bálsamo para mis ojos,
me lleva a la calma 
y deja asomar la dulzura de tu alma.


Tu cara una fuente clara .....


Tu rostro hermoso me llena de gozo
Tu cara lienzo blanco dibuja rasgos de mujer
llenos de candidez, 
con una tez rosada y serena como una luna llena.


Tu rostro hermoso me llena de gozo


Tu cara de niña recién nacida 
estrena una mañana con perfume a manzana.


Tu rostro hermoso me llena de gozo


Tu pelo recogido en un moño destapa tu rostro 
un baño de pétalos en flor bañan tu perfil, 
que adorna, pendientes colgantes con perlas brillantes.


Tu rostro hermoso me llena de gozo


Tu belleza inunda el lugar 
y deja parado cada momento


Tu rostro hermoso me llena de gozo


DOS GRANDES ARBOLES

Ahí están ellos
como dos grandes bastones,
sujetos a la Tierra.
Y siempre están ahí.
Siempre les tienes
con sus raíces profundas 

Al noble caballero
Su fuerza y su tesón, su férreo cuerpo
que ara y atraviesa cada surco del sendero.

Sus manos creando bellas formas
inspiradas por viejos poetas.
Su mirada clara, tranquila,
sus manos y pies incansables,
su corazón brotando amor.

En su silencio brota
el valor y esfuerzo
del duro trabajo,
y cada surco de su rostro
habla de duros caminos andados.

Su buen trabajo
muestra el empuje de la vida, 
el progreso y el valor
de un noble caballero.
Queda tranquilo es un buen trabajo.

Su fuerza y su tesón, su férreo cuerpo
que ara y atraviesa cada surco del sendero.

El jardín de una madre 
Muestra la fuerza de la Tierra,
abre los brazos al mundo y acoge.
Brota la vida por  sus poros
y muestra la belleza de las flores.

Surge el amor a borbotones
con el riega cada día sus flores.
Sacan su color cada mañana
y entra su brillo y luz por la ventana.

Cada mañana recoge los pétalos caídos
y los coloca en sus vestidos.
De su cara saltan sonrisas
que refrescan  a las flores y las sacan sus colores

Salpica el lugar de múltiples colores
que saltan con la brisa y brillan con el aire.
La música les sigue sus pasos de baile
y  se oyen voces cantando los colores

Muestra la fuerza de la Tierra,
abre los brazos  al mundo y acoge.
Brota la vida por sus poros
y muestra la belleza de las flores.