Retales
Pero había un momento excepcional: todas las tardes, el Maestro convocaba a los monjes y campesinos; a todos los que quisieran escucharle, y hablaba y enseñaba.
A Arundathi le gustaba su voz. No entendía muchas cosas de las que decía pero sólo oír su voz la transportaba a otro estado. Sentía como si se expandiera y se disolviera en todo en todos..
LA CASA QUE SE CONVIRTIO EN PALOMA
Llegué a una casa transparente, sus paredes eran de cristal y el sol la iluminaba y cargaba de luz. Desde fuera y en su entrada podía verse un gran corazón rojo como la amapola, que latía y latía sin cesar, estaba lleno de vida, tenía tanta fuerza que cargaba de energía a toda la casa.
Caminé un poco más adentro y vi asomar unas preciosas alas construidas con finas capas de cuarzo rosa, que batían y batían suavemente como si una tenue brisa las moviera, de vez en cuando llegaban ráfagas más fuertes y se movían airosamente.
Seguí andando por la casa y al subir al primer piso vi un cuerpecito de un verde intenso que formaba todo el armazón del edificio.
Pero esto es solo una casa.....quedé pensando, a mi me recuerda a una paloma.... y si así era, al volver a la planta baja pude ver sus oídos y sus ojos pintados de un color lavanda ... un tono violeta que hacía imaginar una melodía reconfortante...oh, oh, oh, pude ver que eran los oídos y los ojos de la paloma.
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