El amor duerme.
Atravesando el dolor descansa.
Esta sentado pero erguido.
Reposando pero iniciando el vuelo.
Con la mirada madura de un niño.
Cada gesto, cada mirada,
cada respiración inspira un poema.
El es su propia Fuente.
El amor duerme, descansa.
Cosanlo
Historias imaginarias de bosques montañas y otras naturalezas
viernes, 28 de agosto de 2015
jueves, 21 de junio de 2012
Verdespin
Al salir de la Cueva Dorada vieron que llovía a cantaros
pero emprendieron el camino. El cielo estaba muy cerrado, no dejaría de llover
en mucho rato y tenían mucho camino que andar. Sabían que tendrían que llegar antes de que Verdespín
cerrara la puerta de la Cueva del Tesoro
y pudieran pasar.
Deberían llegar con la próxima luna llena para poder divisar la
entrada claramente. Esa noche era luna llena y esa era la señal que tenia el guardián del bosque
para dejarlas pasar. “Llegaran el primer día de luna llena”. Iban como sopillas empapaditas en agua,
agarraditas de la mano.
La vieja nos contó su historia, es Verdespin, tiene un
cuerpo desnudo lleno de espinas que se meten entre su piel y un aspecto huraño
y enfurecido y mucha gente sabe de él porque en contadas ocasiones se le ha
visto por el lugar y la gente huye ante su aspecto tenebroso y su color
verdusco.
Al amanecer recoge los berros que emergen del lago de aguas
cristalinas que mana de la Cueva del Tesoro, eso solo en la primavera, cuando
nacen. Luego vuelve a su cueva e inverna todo el año, pasa muchas horas
descansando y dormido, salvo cuando siente que alguien se acerca a la cueva y
entonces clava sus fuertes piernas en la puerta y toma una postura impenetrable
impidiendo el paso al que quiera entrar.
La vieja sabia fue en su día su maestra, ella le enseñó todo
lo que sabe, y sabemos que siente veneración por ella. Dentro de la cueva del
tesoro hay un gran lago que nadie del lugar ha podido atravesar, sus gélidas
aguas dejan paralizado al que se sumerge en ellas y mueren de frío. Solo Verdespin es capaz de lograrlo, solo él conoce el secreto que se esconde detrás
del lago. Allí prepara sus unguentos y elixires y es de lo que se alimenta el
resto del año. No vive solo. Toda la montaña está oredada de huecos y caminos
y conoce otros seres que viven en su interior...continuará.
domingo, 17 de junio de 2012
Rocoso
Tiene una gran ojo que se abre y se cierra y te engulle y esconde cuando tienes miedo. Ese gran ojo de noche llora lágrimas negras de dolor, del dolor que sufren todos los seres que viven daños en la aldea cercana. Su presencia es imponente y te atrae como un gran imán.A lo lejos se le ve tan real que parece que tuviera vida y respirara y sus piedras brillan en tonos grisaceos.
Por los alrededores se le conoce como
el nombre de Rocoso. Lleva este nombre por su aspecto pétreo y su piel recubierta de rocas cuarteadas por el frío, el agua, la nieve y el sol.
Es tan viejo como la montaña. Es una montaña que siente y tiene vida propia.
Es un caballo ancestral, con un gran hocico alargado y un cuerpo robusto y pesado con la forma de una gran vaca.
Es tan viejo como la montaña. Es una montaña que siente y tiene vida propia.
Es un caballo ancestral, con un gran hocico alargado y un cuerpo robusto y pesado con la forma de una gran vaca.
Este entrañable ser vivo, te
transporta a otra época, a otro lugar.
Está vivo aunque inmóvil incrustado en la montaña, no ocurre lo mismo con el gran dinosaurio que ocupa la montaña siguiente, en la que yace su gran cuerpo descansando como de una gran siesta, pero eso pertenece a otra historia que puede contarse.
Está vivo aunque inmóvil incrustado en la montaña, no ocurre lo mismo con el gran dinosaurio que ocupa la montaña siguiente, en la que yace su gran cuerpo descansando como de una gran siesta, pero eso pertenece a otra historia que puede contarse.
Siento su respiración en los poros de
mi piel. Y hay una comunicación tan próxima y cercana que es, como si ambos
fuéramos parte de un mismo ser, y nuestras respiraciones se unieran.
Aunque su nombre es Rocoso, todos le
llaman cariñosamente Azulete, por el tono azulado en que se torna su piel por
las noches, confundiéndose en el horizonte con el color del cielo y dejándose
de percibir su figura.
Todos los días al atardecer, se puede
ver a los habitantes de los pueblos cercanos, acudir a visitar a Rocoso. Llevan
cargados a sus espaldas pesados sacos
llenos de piedras que engulle por su Gran Ojo, que siempre tiene abierto.
Este Gran Ojo te atrae como un imán y
al acercarte a él te mete en su interior. Así hemos podido ver que la montaña
guarda secretos ocultos, y tiene grandes hornos ardiendo toda la noche con las
piedras que le llevan. De esta tarea se encargan los conguitos, unos seres muy
pequeños y traviesos, que viven en el interior de la montaña. Son los fogoneros que viven en el sótano y de los que Roncho es el jefe. Los aldeanos les describen con una cara tiznada y su piel agrisada, unos ojos negros muy brillantes con una bics cómica y juguetona. Trabajan toda la noche en los hornos que hay en el interior de la montaña echando alquitrán y piedras. Tienen mucha energía nunca se agotan.
Del alquitrán que sale de los hornos
que deboran las piedras con el fuego, Azulete
llora en silencio lágrimas negras que expulsa por su Gran Ojo todas las noches, transformando el dolor de todos
los seres que viven en el lugar.
Y
al despedirse de los seres que retornan una vez vaciadas sus piedras siempre le
dice:
“Que el espíritu de la montaña os protege y os de fuerza”
Y
ese Gran Ojo siempre despierto y abierto, les acompaña en su vuelta a casa.
miércoles, 13 de junio de 2012
El Viejo Castaño
El viejo
castaño
...Mi vida
es estar quieto, esperar tranquilo, chupar de la tierra
y recibir cada día de nuevo la luz....
Yo toda mi
vida la he dedicado a estar tranquilo....
eso si, elegí un lugar hermoso para vivir...
El
viejo castaño es un majestuoso árbol que preside la tranquilidad de un lugar
bordeado de montañas, y su presencia inunda un gran bosque salpicado de una
naturaleza salvaje, refrescada por riachuelos y adornada con caprichosas rocas.
Al
acercarse al lugar, se le ve resguardado en un ligero rellano. Allí sitúa su
trono como lugar elegido para vivir, ocupando el centro del bosque, rodeado de
árboles y vegetación. Preside el bosque unido a la tierra con férreas raíces,
que rompen el suelo y enmarcan su inmenso contorno extendiendo sus fuertes
brazos al cielo, enlazándolo con la tierra. Es un viejo, grandioso y frondoso
castaño.
Solo
él conoce tantas historias de amor vividas , unas contadas por seres que han
tenido la suerte de conocerle y otras guardadas secretamente en sus cambiantes
hojas, que cada año vuelven a brotar con más fuerza.
De
tanto ensancharse por dentro, el viejo castaño acabó corvirtiéndose en una gran
cabaña que da cobijo a los seres que llegan al lugar. Es la cabaña del bosque.
Acoge
a todo el que llega y le recibe con todos sus brazos abiertos, tantos como
ramas extiende al cielo.
El
es el mago, el sabio, la alegría y también es un abuelo, el abuelo del bosque. El viejo sabio,
derrama amor y ternura por todos sus nudillos y sus ramas están siempre
abiertas para abrazar y curar. La alegría nunca
abandonó al viejo árbol que vierte por sus múltiples cortezas entrecortadas
haciendo dibujos, que parecen bordados... “sí, los bordados los hace la abuela,
en los ratos libres”. Porque allí vive con su amada..., la abuela del bosque, !que siembra el lugar de belleza!
Un día llegó a este hermoso lugar una
niña de muy corta edad y vivió un tiempo con el viejo árbol. Clara llegó al bosque perdida y muy asustada, y allí encontró
un lugar donde estar tranquila y curar sus cansados brazos. El árbol más viejo
del bosque cuidó a Clara con sus unguentos y la cubrió de ternura y bondad con
todas sus ramas.
La enseño muchas cosas y fue testigo de que el amor aun sigue vivo en el bosque. Nunca más volvió a estar sola. Juntos
revivieron historias que jamás podrán
olvidar.
El viejo
buscador de escorpiones
... En el
interior del bosque vivé un viejo y frondoso castaño, es el árbol más viejo del
lugar. Dicen por los alrededores que el
es un viejo sabio. Es la cabaña del bosque, le dijo un ser misterioso que la
recibió a la entrada del bosque..
Hala, Clara vamos a darnos un paseo por el bosque, te enseñare el
lugar. Anda despacio…, mas despacio…, mis pies son muy pesados –y el viejo
castaño andaba torpemente, como si llevara puestas unas pesadas botas, pum,
pum, pum... primero de un lado y luego del otro... y movíendo sus grandes ojos como
un péndulo, reía …jo,jo,jo…..-
Ven vamos a entrar a ver a un amigo. -Pero, ¿puedes entrar en las casas?- ....más
que entrar me asomo.... ¡con tanto ramaje!....Te presentaré a un viejo amigo.
Es un ser muy especial, el cuida que el bosque no corra peligros y recibe a la
gente que llega al lugar, aquí le
llamamos el “viejo buscador de
escorpiones”. Se llama así porque antes de venir a vivir a este bosque, se dedicaba a buscar
escorpiones.
Un abrazo, viejo amigo, mira que bien acompañado vengo.
- ¡Ah, un momento, a esta
niña la conozco!. Si, ahora recuerdo nos encontramos a la entrada del bosque, siempre ando merodeando por los
alrededores y recibo a la gente que llega.
-Ya recuerdo, es difícil de
olvidar tu aspecto de hombrecito con ese gran faro incrustado en tu frente,
menuda luz daba, me deslumbró-.
Sí, ahora soy el guía de
este bosque, recibo a la gente que llega y les digo sigue por aquí...les enseño
el camino.
-Recuerdo que me dijiste....
no temas pequeña, no tienes pérdida encontrarás al viejo sabio dentro del
bosque, el te dará cobijo, es la posada del bosque...tu sigue adelante. Te veo
muy tranquila, ya veo que encontraste lo que buscabas. Y despidiéndose del
viejo buscador de escorpiones se dirigieron de regreso a la cabaña del bosque.
¿Dónde vas tan deprisa,
pequeña?. Anda mas despacio.
-Vamos, vamos... se nos va
el día sin hacer nada-
Te veo muy inquieta ¿Qué
quieres hacer, pequeña?.
- No se, cosas_.
Eh! Eh!, quieta un momento.
Aquí nunca se hace nada, nunca hay
prisa, tienes todo el tiempo del mundo. Aquí pequeña, sólo se está, estar aquí
es suficiente, sólo tienes que dejarte sentir. Aquí ya está todo hecho. ¿Y a
dónde quieres pequeña?
La historia de las ramas secas
“Y por el lado que tiene
la piedra es su regazo...”
Recuerdo cuando llegaste al bosque-
decía el viejo árbol a la niña-..., no recuerdo exactamente cuanto hace..... aquí el tiempo está
parado, y muchos días no se en que día
vivo….bueno suelo aproximarme un día arriba... un día abajo. Estabas muy asustada. ¿Que te ha ocurrido pequeña? te
pregunté... ja,ja,ja...
No te rías viejo castaño, es una
historia llena de tristeza.
A
ver saca, saca…
- Vine..., ¡déjame agarrarme a una de tus ramas!...
arrastrada por la fuente corriente del pozo que había en el lugar donde
vivía... allí... se fue acumulando tanta
tristeza... ¡Óh no quiero acordarme!..., que hasta el pozo comenzó a brotar y
brotar tristeza..., tanta..., que un día
la corriente se desbordó y se formó un gran río que me arrastró hasta este
hermoso lugar.
¿Y qué les ha pasado a tu brazos, los
traes colgando como si se te hubieran
roto?.
-Sus brazos eran tan largos que llegaban
hasta sus rodillas, como si alguien los hubiera estirado-.
Mis brazos siempre están cansados, yo
soy porteadora de agua.
¿Porteadora de agua? Nunca lo oí.. Estás
torpecillo esta mañana..., viejo árbol,..., quiero decir, que transportaba al
pozo pesados calderos de agua, durante todo el día.
Toqué tu espalda y te dije :
¡Pequeña niña tienes más nudillos que un
viejo árbol. ¡Anda entra!, tus cansados
brazos necesitan descansar.
Y pasé dentro de tu gran cueva, que era
un árbol hueco, y por dentro era una
casa cálida y llena de paz.
Te construiré unas tablillas con mis ramas secas, que guardo para el
invierno. Y así lo hizo.
- Sí, me acuerdo, me preparaste un
emplaste hecho con hojas de castaño y con hierbas medicinales y cubriste toda
mi espalda. Y me dijiste ¡queda quieta y relajada, permítete descansar y parar!
Siéntate aquí. -¡Qué
piedra tan hermosa, con su color terroso rosado y su forma que recuerda a un
corazón!-. Sí pequeña, es muy hermosa,
es la piedra del abuelo. Qué recuerdos aquellos cuando yo era abuelo y sentaba
a mi pequeña en mi regazo, cogía sus
blanditas manos, me miraba con unos ojos
abiertos que se agrandaban al mirar y me
decía … ¡cuéntame una historia abuelo!
Agárrate bien y
escucha, mientras te preparo las tablillas para tus cansados brazos…te contaré
una historia sobre mis ramas secas…, - y le empezó a contar...-
”No llevo cuenta la de
ramas secas o cortadas que se han
desprendido de mi.
Hubo un tiempo que me
resistía a su muerte, las retenía, las ataba con cuerdas para que no cayeran,
hasta que un día me di cuenta del error.”-Mira cayó un nudillo de tu espalda-
“Toda mi sabia se la
gastaban y comían mis ramas secas y empecé a flaquear y a poner mala cara. ¡Qué
mala cara traes hoy viejo castaño!, me decían. Pero si yo como bien!. Las ramas
secas me robaban la vida.
¡Esto no puede ser,
algo no hago bien!. Quedé pensativo mucho tiempo, se me notaba en la cara y
todo el mundo me preguntaba ¿qué te ocurre viejo amigo?.
No sabia que me pasaba,
sólo me sentía débil y muy cansado. Tan mala cara debí poner que un día
vinieron a verme varios castaños de los alrededores.”
El viejo castaño inmovilizó sus brazos con sus ramas secas, y así empezaron a descansar…. -eso es, un poco
de emplaste de castaño y déjalo secar-. Aprende a quedarte quieta.
“
Te iba contando que una noche acudieron a visitarme varios árboles cercanos y
me dijeron , ¿no te ves?. Me puse los lentes y dije... ¿como?..... Quita los
lentes.......
-.ja,ja,ja..., que gracioso... un árbol
con lentes....¿donde se vio?-..., le decía la niña.-
¿No ves tus ramas secas viejo sabio?.
Debes cortarlas, estás enfermando. Nosotros te ayudaremos. Si, sabemos que será
doloroso, pero debes hacerlo.
¡ Ahí aprendí a verme! , y me dije, están secas, déjalas caer y chupa
de tus raíces para crecer y estar fuerte.”
Ahora entiendo que estés lleno de vida, viejo
árbol, veo como te brota por todos tus nudillos y tus hojas están frondosas y
frescas como recién regadas por el rocío de la noche. Tu eres vida.
-Esto va bien, pequeña , cayó otro
nudillo….-.
Aprende a descansar y a quedarte quieta. Párate. Hasta que sepas donde ir quédate aquí en este bosque, mientras estate quieta.
“Aquí... estás... no necesitas ir a ningún lugar... ya estás en un lugar... “ -como me repito- jo,ja,jo,ja-.
Mira que estás graciosillo esta mañana, jo,jo,jo,.. ahora cambias
de la a.. a la o... Ahora me río yo,...ja.jo,ja...
Quédate aquí hasta que sepas donde ir. “Aquí puedes estar el
tiempo que necesites.
Tu eres mi pequeña. Yo soy feliz cuidándote y curándote con mis unguentos”.
¡Puedes quedarte aquí hasta que sepas donde ir!
Tu eres mi pequeña. Yo soy feliz cuidándote y curándote con mis unguentos”.
¡Puedes quedarte aquí hasta que sepas donde ir!
- Solo se que aquí estoy bien viejo sabio, este es un lugar hermoso
para vivir.
- Te haré caso, me quedaré aquí. Me quedaré aquí hasta que sepa
donde ir.
La risa del abuelo
¿Eres el abuelo de este bosque?,
Si, soy el abuelo, el abuelo de este bosque,
decías con tu voz huprofunda.
Pero un abuelo muy fuerte y joven.
Ja, ja, ja... no me hagas reír, ¿yo joven?.
Y la risa del abuelo resonaba en todo el bosque
con su voz hueca y profunda como si fuera muy, muy vieja, ja, ja, ja, ja.
Jo..jo..jo..jo...., y al reirse movía sus grandes ojos
haciendo semicírculos de un lado
a otro, como si fueran un gran péndulo.
a otro, como si fueran un gran péndulo.
jojo..., jojo...., y
yo me reía con él.
y todo el bosque se ponía a reir…menudas carcajadas se oían,….y
éste le contestaba con su eco jojojoooo...., jojojooo.
¡Así
me gusta, que se ría mi niña!. Me están
entrando ganas de reír a mí. Ja, ja, ja.
Me
gusta tu risa,... Claro, viejo árbol, es
una risa muy vieja, ja,ja,ja.
Hacía
tiempo que no me reía tanto, pequeña. Sólo ver esbozar tu media sonrisa, ya me
hace reír. Si te digo la verdad..., tenía muchas ganas de reír, pero yo solo...,
no me atrevería, me mirarían los árboles de los alrededores como si estuviera
chiflado, ¡un viejo chiflado! Necesitas a alguien para reír. jo...,jo...,jo...,
tengo suerte, los árboles de este bosque son muy risones y siempre hay algún
árbol gracioso con ganas de reír.
- jo,jo,jo,jo....,
y la risa del abuelo resonaba en todo el bosque con su voz hueca y profunda como si fuera… muy, muy vieja.
Yo querría que todo el mundo riera, como tu. Que árbol mas risón.
¡
- Ja, ja, ja,...pequeña, se me va a hacer la boca grande de tanto
reir
¡Qué niña ésta, me gusta!
-Pero entonces no entiendo ¿tu eres un mago? Si, para mi eres un mago tienes cara de mago, de mago
risón-.
Ah!
Sí, la risa y la alegría nunca me abandonaron pequeña, y gracias a ella me cargo con más empuje, de
paso que echo una carcajada, chupo y la
savia sube,... como si tomaras un zumito
con pajita...buf, buf, buf...
Cuánta
paz se siente aquí Viejo Castaño.
¿Qué
es la paz, pequeña?.
No se explicarte bien, algo que se siente, se
parece a tu medicina.
-No sabía que en el bosque hubiera esta alegría . Si lo se, vengo antes. Ja,ja,ja que me
parto contigo abuelo. ¡Qué árbol más gracioso y más risueño!
Yo querría que todo el mundo riera
como tu. Y que tuviera tu alegría, el mundo sería más feliz, sería como este
bosque. Este lugar está lleno de belleza y de paz y le brota la alegría.
- jo,jo,jo,jo...., y la risa del abuelo
resonaba en todo el bosque con su voz hueca
y profunda como si fuera… muy, muy vieja.
La tejedora
La araña que teje y que teje |
la pieza maestra de la eterna tejedora:
como anima mil hebras una sola pisada,
las lanzaderas disparan a un lado y a otro,
y las hebras fluyen encontrándose
y un solo golpe sella mil uniones;
esto no lo reunió ella mendigando,
lo ha ido maquinando desde la eternidad, a fin de que el eterno gran Maestro pueda tranquilo urdir la trama.
Goethe
miércoles, 6 de junio de 2012
El Gran Bosque Quemado
En la ladera de la montaña, cubierta de un bosque oredado de
cuevas con puertas secretas, vive una vieja sabia chocolatera en una choza de
paja. Es el Gran Bosque Quemado. A lo lejos, su desnudez dibuja unos grandes
labios, empezando a sonreír.
Desde ese lugar mirando al horizonte, desde
un gran mirador, se divisa un hermoso valle, en el que se dice vive camuflado
un viejo dragón recostado, que a lo lejos parece formar una gran colina. En sus
alrededores se encuentra escondida la ciudad de la luz, un lugar misterioso y
oculto del que las leyendas hablan, y al que aún no se sabe como llegar.
Desde el gran incendio que arrasó el lugar,
el viejo dragón se convirtió en su secreto guardián y aunque lleva años sumido
en un profundo sueño, con uno de sus ojos medio abierto permanece siempre
alerta, resguardando el bosque y la ciudad de la luz.
La
vieja sabia quedó fascinada mirando al cielo.
-
Hoy el gran dragón se ha movido.
-¡He
visto reflejada la sombra de su pesado esqueleto en una nube! Y eso es que está
despertando de su profundo sueño, dijo la vieja sabia a Violeta y Amapola, dos
niñas que aparecieron perdidas en el bosque y que viven en la choza de la
vieja chocolatera.
-
Hoy acudirá a visitarnos.
-Traed
leña para encender los fogones, tenemos que preparar muchos pucheros de
chocolate, hace mucho tiempo que reposa y traerá mucho hambre. Vendrá de noche
antes de que amanezca, le guiará a la choza el dulzor del olor del chocolate.
Y
recogiendo su musculoso cuerpo se dirigió a la choza. Cuando llegó al lugar, el
bosque aún permanecía dormido y salieron a su encuentro las dos niñas.
¿Vosotras no me conocéis?, preguntó a la
niñas. Sí,-Sabemos de ti todas las noches, reconocemos tu hondo rugido
resonando en el bosque, mientras duermes, uf,uf,uf.
Y contarme Violeta y Amapola ¿como está el
bosque desde el gran incendio?. Y le empezaron a contar... Se va recuperando poco a poco de su vieja
herida. Hemos cubierto sus grandes
calvas con hierbabuena, y repoblado su tierra desierta con flores. La frescura
de la hiedra que ha crecido en el lugar penetra por su piel, y le va calmando.
Todas
las noches le cubrimos con una gran gasa blanca, para que el rocío del
atardecer le empape y le alivie su vieja herida.
Y
el semblante del gran dragón se enterneció oyendo a las niñas y acariciando su
dorado pelo que brillaba como si fueran hilos de cobre. Las dijo seguid
contándome..., -y la niñas le siguieron contando- Se va acostumbrando a mostrar su desnudez, y él sabe que necesita
mucho tiempo para recuperarse, y volver a ser el bosque que un día fue.
Sabemos que lo logrará, nosotras le cuidaremos hasta que eso ocurra. La vieja sabia es muy generosa con el, y tu su mejor guardián.
¿Como te llamas viejo amigo? -Le preguntan las niñas al dragón- Me llamo Guzu, llevo el nombre de la colina donde habito !es tradición familiar!
Te podemos contar Guzu que llegas en un día muy especial en este lugar. Hoy celebramos la cena de los tulipanes multicolores, por el día viven en el jardín y por la noche acuden a la cita de todos los años, y cenan con nosotras.
!Que estampa tan colorista! me siento como en medio de un jardín rodeado de flores. Un jardín dentro de la casa. -Sí le dicen las niñas, los tulipanes cenan y vuelven a su jardín-.
La cocina de la abuela Ugandina estaba llena de personas y su cara era un tulipan, una cena de tulipanes de múltiples colores rojo, amarillo, azul, verde, blanco, violeta y rosa.
!Un jardín de tulipanes sentandos a la mesa!- rieron Violeta y Amapola.
Guzu y su vieja amiga Ugandina recordaron historias vividas juntos desde hace muchos, muchos años, -ante los ojos saliendo de sus cuencas por la excitación de sus historias de las dos niñas-, ambos eran ya muy viejos.
Guzu con su semblante sereno y satisfecho después de haberse tomado unos buenos calderos del rico chocolate, se despidió de las tres y tomo camino de regreso al Valle Perdido para volver a recostarse simulando formar de nuevo una gran colina, conocida por los alrededores como la Colina Guzu.
Hundió su profundo esqueleto en el fondo del valle y hechó una mirada al Gran Bosque Quemado.
Vió satisfecho como este comenzaba a reverdecer.
....Y dejando su ojo izquierdo de guardián entreabierto esbozó una dulce sonrisa y quedó sumido de nuevo en un profundo sueño.
Sabemos que lo logrará, nosotras le cuidaremos hasta que eso ocurra. La vieja sabia es muy generosa con el, y tu su mejor guardián.
¿Como te llamas viejo amigo? -Le preguntan las niñas al dragón- Me llamo Guzu, llevo el nombre de la colina donde habito !es tradición familiar!
Te podemos contar Guzu que llegas en un día muy especial en este lugar. Hoy celebramos la cena de los tulipanes multicolores, por el día viven en el jardín y por la noche acuden a la cita de todos los años, y cenan con nosotras.
!Que estampa tan colorista! me siento como en medio de un jardín rodeado de flores. Un jardín dentro de la casa. -Sí le dicen las niñas, los tulipanes cenan y vuelven a su jardín-.
La cocina de la abuela Ugandina estaba llena de personas y su cara era un tulipan, una cena de tulipanes de múltiples colores rojo, amarillo, azul, verde, blanco, violeta y rosa.
!Un jardín de tulipanes sentandos a la mesa!- rieron Violeta y Amapola.
Guzu y su vieja amiga Ugandina recordaron historias vividas juntos desde hace muchos, muchos años, -ante los ojos saliendo de sus cuencas por la excitación de sus historias de las dos niñas-, ambos eran ya muy viejos.
Guzu con su semblante sereno y satisfecho después de haberse tomado unos buenos calderos del rico chocolate, se despidió de las tres y tomo camino de regreso al Valle Perdido para volver a recostarse simulando formar de nuevo una gran colina, conocida por los alrededores como la Colina Guzu.
Hundió su profundo esqueleto en el fondo del valle y hechó una mirada al Gran Bosque Quemado.
Vió satisfecho como este comenzaba a reverdecer.
....Y dejando su ojo izquierdo de guardián entreabierto esbozó una dulce sonrisa y quedó sumido de nuevo en un profundo sueño.
martes, 5 de junio de 2012
La serrería de las cigarras
Parecerían violines
eso sí poco afinados
que repiten y repiten
con sus dientes afilados
sierran troncos todo el día
y en el bosque han creado
una nueva serrería
Anoche de madrugada me desperté sobresaltada.
¡Sentí un fuerte rugido!. Era el viento enfurecido que abrió puertas y ventanas y sembró el campo de ramas y hojas entrecortadas, que almohadillaron el campo y tendieron una alfombra, como un compost en la tierra para pisar por esponjas. –era la señora Tomasa-
Salí temprano a la huerta y encontré a Nicoleta totalmente descompuesta, sentada en su meseta, con cara de extraterrestre y sus coletas desechas –que era la espantapájaros que había en la huerta y cuidaba la cosecha-.
- “El fuerte viento ha llegado, las cigarras lo anunciaron con su estridente canto”-, le dijo la espantapájaros a la señora Tomasa.
Nadie creía en el bosque que el canto de la cigarra anunciaba el fuerte viento, ahora ya la creerán cuando vuelva a cantar.
Ahí llega la cigarra Nicolasa con cara bien preocupada ¿Qué te pasa Nicolasa que vienes tan preocupada? les preguntan Nicoleta a la señora Tomasa.
- El viento con su rugido ha tirado de las ramas a muchas de las cigarras y ahora no pueden cantar. Mientras estábamos cantando llego un fuerte tornado que nos tiro de las ramas y muchas de las cigarras se cayeron de las ramas.
Y así de pronto en el bosque dejó de oirse su canto, y todo el bosque preocupado se pregunta ¿Qué ha pasado? –“¿Qué ocurre cigarrillas que no oímos vuestro canto?”
-“Nuestros dientes se han cortado y no suenan estridentes ni tiene fuerza su canto”
Y todos los seres del bosque les cantan a las cigarras para recobrar su canto:
Y todos los seres del bosque les cantan a las cigarras para recobrar su canto:
Canta, canta
cigarrita,
Y alégranos con tu canto
despiertanos la mañana
espolvoréanos de calma
que contigo me despierto
y me avivo por dentro.
A la hora de la siesta
oigo cantar las
cigarras,
y me alegran con
sus coros
de voces bien
desgarradas.
Han oído mi
llamada
se recuestan a
la siesta
anunciando el
fuerte viento.
Hoy si cantan
las cigarras
hoy si cantan
las cigarras.
Tu canto me
llega al alma
cigarrita, cigarrita
tu canto me
llega al alma.
Hoy si canta la
cigarra
viene el viento
y la despierta
se oye el canto
entre las ramas
por un hilo
llega al alma.
¡Hoy si canta la
cigarra!
¡hoy si canta la
cigarra. ¡me acompañas con tu canto!
con tu tic-tac como sierras
vas hablando y escribiendo,
tu trascribes con tu canto
todo lo que estoy soñando.
-¿”Qué
haremos con tanta rama”? Se dicen Nicoleta y la señora Tomasa.
Preguntemos a las cigarras, ellas nos lo dirán.
Preguntemos a las cigarras, ellas nos lo dirán.
Las cigarras
vieron claro que hacer con tanto ramaje, crearemos en el bosque una nueva
serrería. Construyeron una nave con los troncos recogidos, que los zánganos
transportaron en hileras como un sendero de hormigas.
Y en la nueva serrería, las
cigarras afilaron bien sus dientes haciendo serrin todo un día, y volvieron a
cantar.
-“Mientras
nosotras cantamos los zánganos irán serrando. Su canto les hizo de alarma y
despejaba a los zánganos.¡A ver quien puede dormirse con sus zumbidos
cantores!”.
¿A
quien le cantas cigarra? Le canto al bosque, y al viento.
-“Tu zumbido me acompaña en la soledad del
alma, me arrulla y me enternece con su sonido vibrante, que buye efervescente y
me hace reavivarme.
Me envuelves con tu vibrar me despejas de mi
sueño, de mi cuerpo adormecido por el fuerte sol y el sueño, de una noche
despejada por un enfurecido viento".
Recibiendo
la llegada del invierno, todo el bosque celebró una fiesta, que sería
abrigadito con tanto tronco recogido y agradecieron al viento que gracias a su
rugido tendrían un invierno muy calentito.
Hoy cantan muchas cigarras en lo alta de las ramas,
escriben cuentos y rezan y cuentan historias secretas.
La cigarra Cardaluz
Hoy cantan muchas cigarras en lo alta de las ramas,
escriben cuentos y rezan y cuentan historias secretas.
La cigarra Cardaluz
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