miércoles, 13 de junio de 2012

El Viejo Castaño



El viejo castaño

...Mi vida es estar quieto, esperar tranquilo, chupar de la tierra
y recibir  cada día de nuevo la luz....
Yo toda mi vida la he dedicado a estar tranquilo....
eso si,  elegí un lugar hermoso para vivir...


    El viejo castaño es un majestuoso árbol que preside la tranquilidad de un lugar bordeado de montañas, y su presencia inunda un gran bosque salpicado de una naturaleza salvaje, refrescada por riachuelos y adornada con caprichosas rocas.
Al acercarse al lugar, se le ve resguardado en un ligero rellano. Allí sitúa su trono como lugar elegido para vivir, ocupando el centro del bosque, rodeado de árboles y vegetación. Preside el bosque unido a la tierra con férreas raíces, que rompen el suelo y enmarcan su inmenso contorno extendiendo sus fuertes brazos al cielo, enlazándolo con la tierra. Es un viejo, grandioso y frondoso castaño.
Solo él conoce tantas historias de amor vividas , unas contadas por seres que han tenido la suerte de conocerle y otras  guardadas secretamente en sus cambiantes hojas, que cada año vuelven a brotar con más fuerza.
De tanto ensancharse por dentro, el viejo castaño acabó corvirtiéndose en una gran cabaña que da cobijo a los seres que llegan al lugar. Es la cabaña del bosque.
Acoge a todo el que llega y le recibe con todos sus brazos abiertos, tantos como ramas extiende al cielo.

  El es el mago, el sabio, la alegría y también es un abuelo, el abuelo del bosque. El  viejo sabio,  derrama amor y ternura por todos sus nudillos y sus ramas están siempre abiertas para abrazar y curar. La alegría nunca abandonó al viejo árbol que vierte por sus múltiples cortezas entrecortadas haciendo dibujos, que parecen bordados... “sí, los bordados los hace la abuela, en los ratos libres”. Porque allí  vive con su amada..., la abuela del bosque,  !que siembra el lugar de belleza!


    Un día llegó a este hermoso lugar una niña de muy corta edad y vivió un tiempo con el viejo árbol. Clara llegó al bosque perdida y muy asustada, y allí encontró un lugar donde estar tranquila y curar sus cansados brazos. El árbol más viejo del bosque cuidó a Clara con sus unguentos y la cubrió de ternura y bondad con todas sus ramas.
La enseño muchas cosas y fue testigo de que el  amor aun sigue vivo  en el bosque. Nunca más volvió a estar sola. Juntos revivieron historias que jamás  podrán olvidar.







El viejo buscador de escorpiones

... En el interior del bosque vivé un viejo y frondoso castaño, es el árbol más viejo del lugar. Dicen por los alrededores que el es un viejo sabio. Es la cabaña del bosque, le dijo un ser misterioso que la recibió a la entrada del bosque..

Hala, Clara vamos a darnos un paseo por el bosque, te enseñare el lugar. Anda despacio…, mas despacio…, mis pies son muy pesados –y el viejo castaño andaba torpemente, como si llevara puestas unas pesadas botas, pum, pum, pum... primero de un lado y luego del otro... y movíendo sus grandes ojos como un péndulo, reía …jo,jo,jo…..-
Ven vamos  a entrar a ver a un amigo.  -Pero, ¿puedes entrar en las casas?- ....más que entrar me asomo.... ¡con tanto ramaje!....Te presentaré a un viejo amigo. Es un ser muy especial, el cuida que el bosque no corra peligros y recibe a la gente que llega al lugar,  aquí le llamamos el “viejo buscador de escorpiones”. Se llama así porque antes de venir  a vivir a este bosque, se dedicaba a buscar escorpiones.

Un abrazo, viejo amigo, mira que bien acompañado vengo.
- ¡Ah, un momento, a esta niña la conozco!. Si, ahora recuerdo nos encontramos a la entrada del  bosque, siempre ando merodeando por los alrededores y recibo a la gente que llega.
-Ya recuerdo, es difícil de olvidar tu aspecto de hombrecito con ese gran faro incrustado en tu frente, menuda luz  daba, me deslumbró-.
Sí, ahora soy el guía de este bosque, recibo a la gente que llega y les digo sigue por aquí...les enseño el camino.
-Recuerdo que me dijiste.... no temas pequeña, no tienes pérdida encontrarás al viejo sabio dentro del bosque, el te dará cobijo, es la posada del bosque...tu sigue adelante. Te veo muy tranquila, ya veo que encontraste lo que buscabas. Y despidiéndose del viejo buscador de escorpiones se dirigieron de regreso a la cabaña del bosque.

¿Dónde vas tan deprisa, pequeña?. Anda mas despacio.
-Vamos, vamos... se nos va el día sin hacer nada-
Te veo muy inquieta ¿Qué quieres hacer, pequeña?.
- No se, cosas_.
Eh! Eh!, quieta un momento. Aquí  nunca se hace nada, nunca hay prisa, tienes todo el tiempo del mundo. Aquí pequeña, sólo se está, estar aquí es suficiente, sólo tienes que dejarte sentir. Aquí ya está todo hecho. ¿Y a dónde quieres pequeña?   




La historia de las ramas secas

“Y por el lado que tiene la piedra es su regazo...”

Recuerdo cuando llegaste al bosque- decía el viejo árbol a la niña-..., no recuerdo exactamente  cuanto hace..... aquí el tiempo está parado,  y muchos días no se en que día vivo….bueno suelo aproximarme un día arriba... un día abajo. Estabas  muy asustada. ¿Que te ha ocurrido pequeña? te pregunté... ja,ja,ja...

No te rías viejo castaño, es una historia llena de tristeza.
 A ver saca, saca…
- Vine...,  ¡déjame agarrarme a una de tus ramas!... arrastrada por la fuente corriente del pozo que había en el lugar donde vivía... allí... se fue  acumulando tanta tristeza... ¡Óh no quiero acordarme!..., que hasta el pozo comenzó a brotar y brotar tristeza...,  tanta..., que un día la corriente se desbordó y se formó un gran río que me arrastró hasta este hermoso lugar.

¿Y qué les ha pasado a tu brazos, los traes colgando como si se  te hubieran roto?. 
-Sus brazos eran tan largos que llegaban hasta sus rodillas, como si alguien los hubiera estirado-.
Mis brazos siempre están cansados, yo soy porteadora de agua.
¿Porteadora de agua? Nunca lo oí.. Estás torpecillo esta mañana..., viejo árbol,..., quiero decir, que transportaba al pozo pesados calderos de agua, durante todo el día.

Toqué tu espalda y te dije :
¡Pequeña niña tienes más nudillos que un viejo árbol. ¡Anda entra!,  tus cansados brazos necesitan descansar.
Y pasé dentro de tu gran cueva, que era un árbol hueco, y  por dentro era una casa cálida y llena de paz.
Te construiré unas tablillas con mis ramas secas, que guardo para el invierno. Y así lo hizo.
- Sí, me acuerdo, me preparaste un emplaste hecho con hojas de castaño y con hierbas medicinales y cubriste toda mi espalda. Y me dijiste ¡queda quieta y relajada,  permítete descansar y parar!

Siéntate aquí. -¡Qué piedra tan hermosa, con su color terroso rosado y su forma que recuerda a un corazón!-. Sí  pequeña, es muy hermosa, es la piedra del abuelo. Qué recuerdos aquellos cuando yo era abuelo y sentaba a mi pequeña en mi regazo, cogía   sus blanditas  manos, me miraba con unos ojos abiertos que se agrandaban al mirar y me  decía … ¡cuéntame una historia abuelo!
Agárrate bien y escucha, mientras te preparo las tablillas para tus cansados brazos…te contaré una historia sobre mis ramas secas…, - y le empezó a contar...-

”No llevo cuenta la de ramas secas o cortadas que se han  desprendido de mi.
Hubo un tiempo que me resistía a su muerte, las retenía, las ataba con cuerdas para que no cayeran, hasta que un día me di cuenta del error.”-Mira cayó un nudillo de tu espalda-
“Toda mi sabia se la gastaban y comían mis ramas secas y empecé a flaquear y a poner mala cara. ¡Qué mala cara traes hoy viejo castaño!, me decían. Pero si yo como bien!. Las ramas secas me robaban la vida.

¡Esto no puede ser, algo no hago bien!. Quedé pensativo mucho tiempo, se me notaba en la cara y todo el mundo me preguntaba ¿qué te ocurre viejo amigo?.
No sabia que me pasaba, sólo me sentía débil y muy cansado. Tan mala cara debí poner que un día vinieron a verme varios castaños de los alrededores.”


El  viejo castaño inmovilizó sus   brazos con sus  ramas secas,  y así empezaron a descansar…. -eso es, un poco de emplaste de castaño y déjalo secar-. Aprende a quedarte quieta.


 “ Te iba contando que una noche acudieron a visitarme varios árboles cercanos y me dijeron , ¿no te ves?. Me puse los lentes y dije... ¿como?..... Quita los lentes.......
-.ja,ja,ja..., que gracioso... un árbol con lentes....¿donde se vio?-..., le decía la niña.-
  
¿No ves tus ramas secas viejo sabio?. Debes cortarlas, estás enfermando. Nosotros te ayudaremos. Si, sabemos que será doloroso, pero debes hacerlo.
¡ Ahí aprendí a verme! ,  y me dije, están secas, déjalas caer y chupa de tus raíces para crecer y estar fuerte.”

Ahora entiendo que estés lleno de vida, viejo árbol, veo como te brota por todos tus nudillos y tus hojas están frondosas y frescas como recién regadas por el rocío de la noche. Tu eres vida.

-Esto va bien, pequeña , cayó otro nudillo….-.
 Aprende a descansar y a quedarte quieta. Párate. 
Hasta que sepas donde ir quédate aquí en este bosque,  mientras estate quieta. 
“Aquí... estás... no necesitas ir a ningún lugar... ya estás en un lugar... “ -como me repito- jo,ja,jo,ja-.
Mira que estás graciosillo esta mañana, jo,jo,jo,.. ahora cambias de la a.. a la o... Ahora me río yo,...ja.jo,ja...
Quédate aquí hasta que sepas donde ir. “Aquí puedes estar el tiempo que necesites. 
Tu eres mi pequeña. Yo soy feliz cuidándote y curándote con mis unguentos”. 
¡Puedes quedarte aquí hasta que sepas donde ir!
Solo se que aquí estoy bien viejo sabio, este es un lugar hermoso para vivir.
- Te haré caso, me quedaré aquí. Me quedaré aquí hasta que sepa donde ir.




La risa del abuelo

¿Eres el abuelo de este bosque?,
Si, soy el abuelo, el abuelo de este bosque, decías con tu voz huprofunda.
Pero un abuelo muy fuerte y joven. Ja, ja, ja... no me hagas reír, ¿yo joven?.
Y  la risa del abuelo resonaba en todo el bosque con su voz hueca y profunda como si fuera muy, muy vieja, ja, ja, ja, ja.

Jo..jo..jo..jo...., y al reirse movía sus grandes ojos haciendo semicírculos de un lado
a otro,  como si fueran un gran péndulo.
jojo..., jojo....,  y yo me reía con él.
y todo el bosque se ponía a reir…menudas carcajadas se oían,….y éste le contestaba con su eco jojojoooo...., jojojooo.

¡Así me gusta, que se ría mi niña!.  Me están entrando ganas de reír a mí. Ja, ja, ja.
Me gusta tu risa,... Claro, viejo árbol,  es una risa muy vieja, ja,ja,ja.
Hacía tiempo que no me reía tanto, pequeña. Sólo ver esbozar tu media sonrisa, ya me hace reír. Si te digo la verdad..., tenía muchas ganas de reír, pero yo solo..., no me atrevería, me mirarían los árboles de los alrededores como si estuviera chiflado, ¡un viejo chiflado! Necesitas a alguien para reír. jo...,jo...,jo..., tengo suerte, los árboles de este bosque son muy risones y siempre hay algún árbol gracioso con ganas de reír.
jo,jo,jo,jo...., y la risa del abuelo resonaba en todo el bosque con su voz hueca  y profunda como si fuera… muy, muy vieja.

Yo querría que todo el mundo riera, como tu. Que árbol mas risón. ¡
- Ja, ja, ja,...pequeña, se me va a hacer la boca grande de tanto reir
¡Qué niña ésta, me gusta!
-Pero entonces no entiendo  ¿tu eres un mago?  Si, para mi  eres un mago tienes cara de mago, de mago risón-.
Ah! Sí,  la risa y la alegría  nunca me abandonaron pequeña,  y gracias a ella me cargo con más empuje, de paso que  echo una carcajada, chupo y la savia sube,... como si tomaras  un zumito con pajita...buf, buf, buf...
Cuánta paz se siente aquí Viejo Castaño.
¿Qué es la paz, pequeña?.
 No se explicarte bien, algo que se siente, se parece a tu medicina.

-No sabía que en el bosque hubiera esta  alegría . Si lo se, vengo antes. Ja,ja,ja  que  me parto contigo abuelo. ¡Qué árbol más gracioso y más risueño!
Yo querría que todo el mundo riera como tu. Y que tuviera tu alegría, el mundo sería más feliz, sería como este bosque. Este lugar está lleno de belleza y de paz y le brota la alegría.
-          jo,jo,jo,jo...., y la risa del abuelo resonaba en todo el bosque con su voz hueca  y profunda como si fuera… muy, muy vieja.