El viejo
buscador de escorpiones
... En el
interior del bosque vivé un viejo y frondoso castaño, es el árbol más viejo del
lugar. Dicen por los alrededores que el
es un viejo sabio. Es la cabaña del bosque, le dijo un ser misterioso que la
recibió a la entrada del bosque..
Hala, Clara vamos a darnos un paseo por el bosque, te enseñare el
lugar. Anda despacio…, mas despacio…, mis pies son muy pesados –y el viejo
castaño andaba torpemente, como si llevara puestas unas pesadas botas, pum,
pum, pum... primero de un lado y luego del otro... y movíendo sus grandes ojos como
un péndulo, reía …jo,jo,jo…..-
Ven vamos a entrar a ver a un amigo. -Pero, ¿puedes entrar en las casas?- ....más
que entrar me asomo.... ¡con tanto ramaje!....Te presentaré a un viejo amigo.
Es un ser muy especial, el cuida que el bosque no corra peligros y recibe a la
gente que llega al lugar, aquí le
llamamos el “viejo buscador de
escorpiones”. Se llama así porque antes de venir a vivir a este bosque, se dedicaba a buscar
escorpiones.
Un abrazo, viejo amigo, mira que bien acompañado vengo.
- ¡Ah, un momento, a esta
niña la conozco!. Si, ahora recuerdo nos encontramos a la entrada del bosque, siempre ando merodeando por los
alrededores y recibo a la gente que llega.
-Ya recuerdo, es difícil de
olvidar tu aspecto de hombrecito con ese gran faro incrustado en tu frente,
menuda luz daba, me deslumbró-.
Sí, ahora soy el guía de
este bosque, recibo a la gente que llega y les digo sigue por aquí...les enseño
el camino.
-Recuerdo que me dijiste....
no temas pequeña, no tienes pérdida encontrarás al viejo sabio dentro del
bosque, el te dará cobijo, es la posada del bosque...tu sigue adelante. Te veo
muy tranquila, ya veo que encontraste lo que buscabas. Y despidiéndose del
viejo buscador de escorpiones se dirigieron de regreso a la cabaña del bosque.
¿Dónde vas tan deprisa,
pequeña?. Anda mas despacio.
-Vamos, vamos... se nos va
el día sin hacer nada-
Te veo muy inquieta ¿Qué
quieres hacer, pequeña?.
- No se, cosas_.
Eh! Eh!, quieta un momento.
Aquí nunca se hace nada, nunca hay
prisa, tienes todo el tiempo del mundo. Aquí pequeña, sólo se está, estar aquí
es suficiente, sólo tienes que dejarte sentir. Aquí ya está todo hecho. ¿Y a
dónde quieres pequeña?
La historia de las ramas secas
“Y por el lado que tiene
la piedra es su regazo...”
Recuerdo cuando llegaste al bosque-
decía el viejo árbol a la niña-..., no recuerdo exactamente cuanto hace..... aquí el tiempo está
parado, y muchos días no se en que día
vivo….bueno suelo aproximarme un día arriba... un día abajo. Estabas muy asustada. ¿Que te ha ocurrido pequeña? te
pregunté... ja,ja,ja...
No te rías viejo castaño, es una
historia llena de tristeza.
A
ver saca, saca…
- Vine..., ¡déjame agarrarme a una de tus ramas!...
arrastrada por la fuente corriente del pozo que había en el lugar donde
vivía... allí... se fue acumulando tanta
tristeza... ¡Óh no quiero acordarme!..., que hasta el pozo comenzó a brotar y
brotar tristeza..., tanta..., que un día
la corriente se desbordó y se formó un gran río que me arrastró hasta este
hermoso lugar.
¿Y qué les ha pasado a tu brazos, los
traes colgando como si se te hubieran
roto?.
-Sus brazos eran tan largos que llegaban
hasta sus rodillas, como si alguien los hubiera estirado-.
Mis brazos siempre están cansados, yo
soy porteadora de agua.
¿Porteadora de agua? Nunca lo oí.. Estás
torpecillo esta mañana..., viejo árbol,..., quiero decir, que transportaba al
pozo pesados calderos de agua, durante todo el día.
Toqué tu espalda y te dije :
¡Pequeña niña tienes más nudillos que un
viejo árbol. ¡Anda entra!, tus cansados
brazos necesitan descansar.
Y pasé dentro de tu gran cueva, que era
un árbol hueco, y por dentro era una
casa cálida y llena de paz.
Te construiré unas tablillas con mis ramas secas, que guardo para el
invierno. Y así lo hizo.
- Sí, me acuerdo, me preparaste un
emplaste hecho con hojas de castaño y con hierbas medicinales y cubriste toda
mi espalda. Y me dijiste ¡queda quieta y relajada, permítete descansar y parar!
Siéntate aquí. -¡Qué
piedra tan hermosa, con su color terroso rosado y su forma que recuerda a un
corazón!-. Sí pequeña, es muy hermosa,
es la piedra del abuelo. Qué recuerdos aquellos cuando yo era abuelo y sentaba
a mi pequeña en mi regazo, cogía sus
blanditas manos, me miraba con unos ojos
abiertos que se agrandaban al mirar y me
decía … ¡cuéntame una historia abuelo!
Agárrate bien y
escucha, mientras te preparo las tablillas para tus cansados brazos…te contaré
una historia sobre mis ramas secas…, - y le empezó a contar...-
”No llevo cuenta la de
ramas secas o cortadas que se han
desprendido de mi.
Hubo un tiempo que me
resistía a su muerte, las retenía, las ataba con cuerdas para que no cayeran,
hasta que un día me di cuenta del error.”-Mira cayó un nudillo de tu espalda-
“Toda mi sabia se la
gastaban y comían mis ramas secas y empecé a flaquear y a poner mala cara. ¡Qué
mala cara traes hoy viejo castaño!, me decían. Pero si yo como bien!. Las ramas
secas me robaban la vida.
¡Esto no puede ser,
algo no hago bien!. Quedé pensativo mucho tiempo, se me notaba en la cara y
todo el mundo me preguntaba ¿qué te ocurre viejo amigo?.
No sabia que me pasaba,
sólo me sentía débil y muy cansado. Tan mala cara debí poner que un día
vinieron a verme varios castaños de los alrededores.”
El viejo castaño inmovilizó sus brazos con sus ramas secas, y así empezaron a descansar…. -eso es, un poco
de emplaste de castaño y déjalo secar-. Aprende a quedarte quieta.
“
Te iba contando que una noche acudieron a visitarme varios árboles cercanos y
me dijeron , ¿no te ves?. Me puse los lentes y dije... ¿como?..... Quita los
lentes.......
-.ja,ja,ja..., que gracioso... un árbol
con lentes....¿donde se vio?-..., le decía la niña.-
¿No ves tus ramas secas viejo sabio?.
Debes cortarlas, estás enfermando. Nosotros te ayudaremos. Si, sabemos que será
doloroso, pero debes hacerlo.
¡ Ahí aprendí a verme! , y me dije, están secas, déjalas caer y chupa
de tus raíces para crecer y estar fuerte.”
Ahora entiendo que estés lleno de vida, viejo
árbol, veo como te brota por todos tus nudillos y tus hojas están frondosas y
frescas como recién regadas por el rocío de la noche. Tu eres vida.
-Esto va bien, pequeña , cayó otro
nudillo….-.
Aprende a descansar y a quedarte quieta. Párate.
Hasta que sepas donde ir quédate aquí en este bosque, mientras estate quieta.
“Aquí... estás... no necesitas ir a ningún lugar... ya estás en un
lugar... “ -como me repito- jo,ja,jo,ja-.
Mira que estás graciosillo esta mañana, jo,jo,jo,.. ahora cambias
de la a.. a la o... Ahora me río yo,...ja.jo,ja...
Quédate aquí hasta que sepas donde ir. “Aquí puedes estar el
tiempo que necesites.
Tu eres mi pequeña. Yo soy feliz cuidándote y curándote
con mis unguentos”.
¡Puedes quedarte aquí
hasta que sepas donde ir!
- Solo se que aquí estoy bien viejo sabio, este es un lugar hermoso
para vivir.
- Te haré caso, me quedaré aquí. Me quedaré aquí hasta que sepa
donde ir.
La risa del abuelo
¿Eres el abuelo de este bosque?,
Si, soy el abuelo, el abuelo de este bosque,
decías con tu voz huprofunda.
Pero un abuelo muy fuerte y joven.
Ja, ja, ja... no me hagas reír, ¿yo joven?.
Y la risa del abuelo resonaba en todo el bosque
con su voz hueca y profunda como si fuera muy, muy vieja, ja, ja, ja, ja.
Jo..jo..jo..jo...., y al reirse movía sus grandes ojos
haciendo semicírculos de un lado
a otro, como si fueran un gran péndulo.
jojo..., jojo...., y
yo me reía con él.
y todo el bosque se ponía a reir…menudas carcajadas se oían,….y
éste le contestaba con su eco jojojoooo...., jojojooo.
¡Así
me gusta, que se ría mi niña!. Me están
entrando ganas de reír a mí. Ja, ja, ja.
Me
gusta tu risa,... Claro, viejo árbol, es
una risa muy vieja, ja,ja,ja.
Hacía
tiempo que no me reía tanto, pequeña. Sólo ver esbozar tu media sonrisa, ya me
hace reír. Si te digo la verdad..., tenía muchas ganas de reír, pero yo solo...,
no me atrevería, me mirarían los árboles de los alrededores como si estuviera
chiflado, ¡un viejo chiflado! Necesitas a alguien para reír. jo...,jo...,jo...,
tengo suerte, los árboles de este bosque son muy risones y siempre hay algún
árbol gracioso con ganas de reír.
- jo,jo,jo,jo....,
y la risa del abuelo resonaba en todo el bosque con su voz hueca y profunda como si fuera… muy, muy vieja.
Yo querría que todo el mundo riera, como tu. Que árbol mas risón.
¡
- Ja, ja, ja,...pequeña, se me va a hacer la boca grande de tanto
reir
¡Qué niña ésta, me gusta!
-Pero entonces no entiendo ¿tu eres un mago? Si, para mi eres un mago tienes cara de mago, de mago
risón-.
Ah!
Sí, la risa y la alegría nunca me abandonaron pequeña, y gracias a ella me cargo con más empuje, de
paso que echo una carcajada, chupo y la
savia sube,... como si tomaras un zumito
con pajita...buf, buf, buf...
Cuánta
paz se siente aquí Viejo Castaño.
¿Qué
es la paz, pequeña?.
No se explicarte bien, algo que se siente, se
parece a tu medicina.
-No sabía que en el bosque hubiera esta alegría . Si lo se, vengo antes. Ja,ja,ja que me
parto contigo abuelo. ¡Qué árbol más gracioso y más risueño!
Yo querría que todo el mundo riera
como tu. Y que tuviera tu alegría, el mundo sería más feliz, sería como este
bosque. Este lugar está lleno de belleza y de paz y le brota la alegría.
- jo,jo,jo,jo...., y la risa del abuelo
resonaba en todo el bosque con su voz hueca
y profunda como si fuera… muy, muy vieja.